lunes, 15 de abril de 2013

Gothic & Lolita: el viaje (parte I)

Recuerdo mis años infantiles, sin duda era yo una niña rara, siempre desentonaba al grupo, me movía y jugaba sola, miraba con curiosidad a los otros niños pero no me nacía querer jugar con ellos y las veces que lo hacía bueno, se daban cuenta de que era yo una niña rara y ¡vaya que lo era! al no tener primos con quien jugar, rodeada de "adultos" de entre 28 a 20 años, hablaba como una perfecta enana.

Mi mamá y yo, no sé si eramos muy unidas pero siempre estaba con ella y gracias a ella soy lo que soy y no me equivoco al decir que ella es la culpable de que mas adelante yo me transformara en una vampiresa.  

Desayunaba "Chocula" (un cereal de un conde vampiro de chocolate y malvaviscos en forma de fantasma y murcielagos) veía "El Conde Patula", "Ernest el vampiro" y obvio ya había visto a mis 4 años "Entrevista con el Vampiro"
Ernest el Vampiro 

Me encerré una vez en el baño a leer un cuento, por cierto que era el de Alicia mientras que hacíamos una actividad grupal y cuando salí ya no había nadie en el patio. 

Recuerdo que una vez un murciélago choco en la mañana con un árbol enorme del patio de recreo y calló al suelo todos exclamaron "aaagh" pero yo me acerque con curiosidad y dije "pobrecito" la maestra dijo "es que los murciélagos no pueden ver" a lo que conteste "¿se descompuso su radar? ¿que hacía de día?" angustiada y me angustié más cuando al pobre se lo llevaron envuelto en papel al bote de la basura en el baño de niños, claro que eso no me impidió espiarlo. Pobre murciélago, estaba muerto y yo no podía hacer nada al respecto, quería llevármelo a casa pero no era opción, me costo mucho trabajo salir del baño, no quería dejarlo solo, me parecía un destino cruel el bote de la basura. Ese fue mi primer velorio, no sé si desarrolle un gusto o simplemente es algo natural en mi pero la muerte me parece algo digno de contemplarse.  

Mi singularidades me llevaron a seguir sobresaliendo no solo en el jardín de niños, sino que en la primaría también, donde los niños se vuelven un poco más crueles y ya no nada más estaba sola si no que era discriminada así que mientras todos jugaban yo andaba de aquí por haya dibujando, cortando flores, cazando catarinas y toritos pero lo mejor vino cuando mi abuela me regaló el libro de 'Mujercitas' era un sueño lucido poder leer y transportarme, recuerdo haber dibujado sus vestidos y decía "yo soy como Jo, aunque me gustaría ser algún día como Meg" soñaba con tomar el té y subir a las carrosas, y eventualemente me dí la oportunidad de hacerlo en algún viaje familiar.  

Gracias a el cielo en casa tenía mucha imaginación y muchos juguetes y nunca me hizo falta convivir, no tenía televisión por cable así que solo veía lo que la televisión abierta me ofrecía y para 5° de primaría ya había visto Sailor Moon, Candy Candy, Ranma 1/2, Dragon Ball, Conan el detective, Sandy Bell, Remi, Caballeros del Zodiaco entre otros, seguía aferrada a mis muñecas y aunque dibujaba la mayor parte del tiempo un estilo propio que fui mejorando desde el kinder, aunque después decidiera cambiar a estilo manga por eso de la competencia en el salón (vaya que me costo trabajo poder hacer esos ojos y esa forma de cara tan especial) 

Recuerdo que ir a comprar ropa con mi madre era un martirio, nada me gustaba. 
Todo me parecía soso y sin chiste, obviamente, crecí en los 90's y para el 2001, la moda empeoró, estaba frustrada, así que resignada a no encontrar nada me vestía de jeans y playeras de Jack Skellington o de Evangelion, lo que fuese, daba igual, era fea, no podía peinarme, ni vestirme, usaba chanclas o tennis, era un desastre y no había forma de arreglarlo. 

Me fui de viaje al finalizar 6to de primaria por toda la república, en ese viaje contemplé las distintas modas en el país pero lo que más me golpeo fue el adquirir distintas publicaciones de una revista especializada en música japonesa llena de fotografías con ídolos, cantantes de rock femeninas y masculinas, lo vi, lo asimilé y sabía que lo quería. 
Nanase Aikawa 

Empecé en la onda rocker pero rapidamente el lado obscuro me absorvio no sé como, creo que fue casualidad al adquirir una chamarra y unos spikes por medio de esta amiga de la prepa, me puse la chamarra negra y sentía tan bien, que no pude dejar de usar negro. Pase de ser la niña a la que nadie le presta atención a una 'darketa', 'hija de satanas', 'amante del diablo', bueno eso es lo que ellos decían ya que nunca me considere así . Por fin sabía que camino quería tomar, algo que de verdad me gustaba peor aparte siempre me llamo y no supe como se llamaba hasta que me puse esa chamarra y era el gothic, aprendí a delinearme, peinarme y vestirme, tomaba ideas de películas animadas y de misterio u horror, tenía a mis idolas de toda la vida Lydia Deetz y Merlina (Wendsday)  pero la atención no era buena, era muy mala, pase de ser ignorada por rara a ser despreciada, pero me llenaba de orgullo retar mi imaginación y hacer cosas que desafiaran los paradigmas establecidos por la sociedad y sobretodo hacía todo lo que las niñas fresas no, así que me convertí en un acontecimiento, nunca sabían como iba  a reaccionar, que iba hacer o decir, yo tampoco lo sabía, se trataba de hacer sufrir psilógicamente al espectador, yo era un cuestionamento a todo lo que "debía ser"

En ese entonces vestía en su mayoría negro, me delineaba mucho, usaba plataformas, las uñas debían ser negras también y de paso los labios, usaba minifaldas, corbatas, medias a la rodilla, converse choclos, muchas pulseras estilo gummy, anillos, en fin. 


Lydia Deetz de BeatleJuice


    





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