miércoles, 27 de febrero de 2013

Te extraño

Te extraño a ti y a tus casi 2 metros de estatura, tus manos con piel delgada y fresca que con sus dedos largos y delgados embonaban perfectamente con mi mano, extraño tu mano izquierda sosteniendo mi mano derecha. Extraño tu risa boba y tu sonrisa encantadora llena de dientes afilados, con esos labios tan delgados que tan deliciosamente me besaron como nadie, esos pequeños ojos enmarcados en esas gruesas cejas que me fascinaban, tu pequeñisima y tierna nariz puntiaguda, esos lunares coquetos y tu quijada que me seducía. Extraño tus lonjas y hasta tus estrías, tus entradas y el mechon rubio escondido sobre tu oreja en tu cabello castaño, extraño todo de ti  todas tus proporiones y formas pero lo que más extraño es tu voz.

No solo era tu cuerpo, si no tu intelecto, siempre me sentí muy orgullosa de ti y tú sentido del humor a veces tan malo en todos los sentidos. Para mi eras perfecto, aún lo eres, aunque entre mas pasa el tiempo más se asoman tus defectos, dicen que no hubiésemos sido felices ¿quien lo sabe? sólo sé que tú a mi ya no me quieres y que yo bueno, sigo conociéndome y entre más me conozco me doy cuenta de mis errores que aún no me perdono y me doy cuenta de los tuyos, ya te he perdonado pero aún necesito que me perdones, necesito estar en paz para poder seguir adelante y dejarte ir.

Escribo esto por que no dejo de pensarte, mi cabeza no se calla, ya sabes como soy, tengo que plasmarlo en algún lado para luego poder seguir.
¿Por que lo escribo aquí? porque tengo la esperanza de que lo leas, porque hay tantas cosas que quiero decirte, sin embargo no me atrevo ir a buscarte, me queda claro que las cosas se acabaron entre tu y yo cuando decidiste tener al hijo de alguien que no era yo y eliminaste todo contacto que había entre los dos.

    Sé que actué mal y que te lastimé, necesito que me perdones y que sepas que no lo hice por que no fueras suficiente, si no lo contrarío. Las razones te las tendría que decir en persona.  

Sé que nos prometimos amarnos para toda la vida, al menos por mi parte sigue vigente, a veces me pregunto ¿que le hiciste a todas las cosas que te regale? ¿las tiraste? ¿las vendiste? ¿las regalaste? o ¿las quemaste? yo las guarde todas en una caja, por que era doloroso verlas.

No sé Goji, ya no sé nada más que aún quiero ser una mariposa cuando me muera y que no quiero que te mueras antes que yo. Tengo la ilusión de que algún día en una etapa madura de nuestra vida (40 años) podamos vernos, abrazarnos y ser amigos.


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