Soy feliz, muy feliz y aun que el futuro no luce claro y ni siquiera lo vislumbro, vivo un maravilloso presente que nada me va a impedir vivir, tengo lo que quiero, lo que necesito, lo que soñé con una persona que parecía totalmente ajena a mi vida, una persona que nunca considere que fuese a ser si quiera mi amigo y un día desperté pensando en el y necesitando en mi vida y ese mismo día me di cuenta que no estaba soñando sola y algo había empezado mucho antes de darme cuenta, solo por que estaba demasiado clavada en mi propia miseria.
La moraleja es que justo cuando decides vivir, la vida te ofrece millones de posibilidades y mientras decides que quieres ser miserable, de verdad lo eres por que si no haces mas que pensar en lo horrible que es tu existencia y de las miles de cosas tristes que sientes y piensas es como si estuvieras ciego, por que no ves nada, solo te quedas viendo hacia dentro, recordando, sufriendo, mientras que la vida sigue, tu eres un zombie.
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